por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com
Yo deseo tu vida y tú mi muerte;
yo deseo dar rosas y tú espinas.
No duermo por saber dónde caminas,
por soñar cada noche en poseerte.
Te exijo junto a mí cuando despierte.
Sé que soy como ciego entre neblinas;
mas dudo de hechiceras medicinas
que me arranquen la idea de obtenerte.
Dile adiós a la vida si traicionas
las flores que te impongo, rojas rosas.
Aunque no sufrirás algún maltrato,
no tendré corazón si me abandonas:
sólo garras felinas, impiadosas,
ratoncita cogida por un gato.
© Claudio Madaires (CAGB) De su libro Sólo los amantes tienen siete vidas
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viernes, 23 de marzo de 2012
ESPEJO DE MUJER DESNUDA
por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com
Es inútil que finjas. Sé quién eres.
Tus sueños, los que causan mis desvelos,
son fantasías sórdidas; tus celos,
son como simple renta de alquileres.
Ya eres igual a las demás mujeres:
te entregas al más cruel, al que tus velos
arranca al desnudarte, al que a los suelos
arroja todo amor, mas da placeres.
Asfixiaste el perfume adolescente,
y de virgen las frígidas maneras,
y los prístinos ojos sin pasado.
Te estimula lo obsceno, lo indecente,
la atroz brutalidad de lo desviado...
Yo amaba a otra mujer, la que tú eras.
© Claudio Madaires (CAGB) De su libro Sólo los amantes tienen siete vidas
claudio.madaires@gmail.com
Es inútil que finjas. Sé quién eres.
Tus sueños, los que causan mis desvelos,
son fantasías sórdidas; tus celos,
son como simple renta de alquileres.
Ya eres igual a las demás mujeres:
te entregas al más cruel, al que tus velos
arranca al desnudarte, al que a los suelos
arroja todo amor, mas da placeres.
Asfixiaste el perfume adolescente,
y de virgen las frígidas maneras,
y los prístinos ojos sin pasado.
Te estimula lo obsceno, lo indecente,
la atroz brutalidad de lo desviado...
Yo amaba a otra mujer, la que tú eras.
© Claudio Madaires (CAGB) De su libro Sólo los amantes tienen siete vidas
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